La respuesta la encontraron las destilerías escocesas en 1761. La madera era cara y, para reducir el gasto de combustible, recurrieron al químico Joseph Black. Éste se dio cuenta de que para mejorar el proceso debía comprender por qué los helados tardan en derretirse. Black descubrió que, mientras se licúan, la temperatura no sube porque todo el calor seinvierte en cambiar la forma del agua, de sólido a líquido. Sólo cuando todo se haya fundido la temperatura subirá. Así Black obtuvo la mínima cantidad de madera necesaria para evaporar un volumen dado de whisky.
En definitiva, pura física y química aplicada al mundo de los helados.
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